lunes, 11 de diciembre de 2006

Cultura, medio, lenguaje




Codificar y decodificar
Por Stuart Hall

Dentro de esta lectura se menciona el primer modelo sobre el proceso de comunicación (modelo lineal), el cual no demuestra la verdadera complejidad del proceso y es muy criticado. En el proceso real hay más etapas involucradas: producción, circulación, distribución, consumo y reproducción. El objetivo de estas etapas es transmitir mensajes y significados en forma de signos. En la forma discursiva toman lugar dos procesos: circulación del producto(discurso) y distribución a diferentes audiencias; una vez cumplido esto, el discurso debe ser transformado o traducido. Se le debe dar un significado, de no ser así no habrá un verdadero consumo de la información. Cada etapa en el proceso de articulación del mensaje tiene su propia modalidad y condiciones de existencia. La continuidad y reproducción del mensaje dependen de cada una de estas etapas. Si alguna se ve afectada, la efectividad del mensaje va a variar, por lo tanto la etapas de codificación y decodificación son momentos determinantes. Los códigos utilizados para codificar y decodificar mensajes no siempre son simétricos o iguales, no siempre corresponden uno con el otro. El nivel de entendimiento de un mensaje va a depender de esta simetría de códigos: el código utilizado por quién produce el mensaje y el código utilizado por el receptor. Cuando existe una falta de correspondencia entre estos códigos van a surgir distorsiones o malas interpretaciones. Todos los signos tienen significados denotativos y connotativos. Es en el nivel connotativo en dónde adquiere sus significados más profundos. Unos van a complementar a otros. El nivel de connotación en el signo visual es el punto donde los signos ya codificados se intersectan con los códigos semánticos de una cultura. El nivel denotativo está fijado por códigos complejos pero limitados o cerrados y este nivel explota los valores polisémicos. Para entender los malentendidos en el nivel connotativo debemos hacer referencia a la vida social. No existe correspondencia necesaria entre codificación y descodificación, pero el mensaje no se entiende a menos que haya limites en la codificación por que el lector podría leer lo que se le ocurriera. Debe haber reciprocidad entre la codificación y decodificación, si no no hay comunicación efectiva
Hall menciona tres posiciones hipotéticas de las cuales un discurso televisivo se construye:
Posición dominante-hegemónica: Son hegemónicas porque representan deficiniones de situaciones y hechos que están en posición de dominio y que son globales. El lector adopta el punto de vista planteado por el medio al tener la impresión de que expresa las cosas tal cual son en realidad. Dentro de éste se encuentra el código profesional que es el código que emplean los profesionales cuando transmiten un mensaje que ha sido previamente significado de manera hegemónica, como los locutores.

Código negociado: El lector modifica los códigos de acuerdo a su propia perspectiva, suponiendo que si bien existen criterios que se ajustan a la realidad habría otros que deben ser analizados, adoptando un punto de vista propio.

Código oposicionista: El lector entiende el mensaje pero no comparte el punto de vista del medio. Al receptor le parece incongruente con lo que muestra en el mundo real.





Links acerca del autor
www.nombrefalso.com.ar/apunte.php?id=22
en.wikipedia.org/wiki/Stuart_Hall_(cultural_theorist)
tecnologiaedu.us.es/bibliovir/pdf/49.pdf

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